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VERIFICAman 10-Jul-2009

Posted by @davidrjordan in gestión universitaria.
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adaptación de la imagen "indiana" de playfotomobil.com

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¿Sabes qué es VERIFICA? Si es así, y lo sufres como yo, te compadezco. VERIFICA es desde hace ya algunos meses mi sombra, mi pesadilla, mi vida… VERIFICA es el motivo por el que permanezco out del mundo virtual.

VERIFICA es el programa desarrollado por ANECA para la evaluación y verificación de los títulos universitarios oficiales. VERIFICA puede decirse que es una de las consecuencias del llamado proceso de Bolonia. Una de las responsabilidades que asumí al incorporarme al puesto que ocupo es la coordinación de las solicitudes de verificación de todos los títulos oficiales de postgrado de mi Universidad. Claro que en aquél momento no sabía que esta tarea consumiría ya no sólo la mayor parte de mi jornada laboral, sino la práctica totalidad de mi tiempo (dentro y fuera de la jornada de trabajo) y mis energías.

He sido, y aún sigo siendo, sufridor de las múltiples disfuncionalidades de un sistema de verificación que se estrenaba; desde la descoordinación de las instituciones responsables del programa (Consejo de Universidades y Agencias Nacional y Autonómica de Evaluación), hasta la incomprensión por parte de los responsables de los títulos en mi Universidad, pasando por el extravío de documentación.

Y, sin embargo, después de todo, sigo viendo las bondades de Bolonia. A pesar de todas las disfuncionalidades, me sorprendo cuando observo que algunas de los criterios contemplados en el programa VERIFICA se consideran como algo nuevo, o más aún, cuando algunos responsables de títulos cuestionan la necesidad de tener en cuenta unas pautas básicas a la hora de diseñar los planes de estudio.

Pero eso sí, por favor, que termine ya el proceso de verificación!! Necesito pasar página, necesito conducir mi rumbo.

!sí a Bolonia? 15-Abr-2009

Posted by @davidrjordan in blog.
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Algunas opiniones sobre el plan de Bolonia

Bolonia está en boca de toda la comunidad universitaria, de los medios de comunicación y de todo el mundo. Cualquier asunto relacionado con cambios en la universidad se vincula al llamado Proceso de Bolonia. Bolonia es el escudo perfecto para motivar cambios y justificar protestas. Tan es así que en unas jornadas en las que tuve oportunidad de participar hace un par de semanas, a las que asistía Felipe Pétriz, Director General de Universidades, dijo irónicamente que no sería de extrañar que los habitantes de Bolonia terminaran manifestándose por el uso inapropiado del nombre de su ciudad.

El Proceso de Bolonia, o lo que unos y otros entienden por tal, tiene defensores y detractores. Si yo debiera decantarme por una u otra postura, sin duda me sentaría junto a los primeros. Pero como casi todo en la vida, las cosas no son sólo blancas o negras; en las tonalidades grises es donde muchos nos encontramos más cómodos.

El inicio del Proceso de Bolonia se remonta a diez años atrás, pero es ahora, en su culminación, cuando se están implantando los cambios derivados de la normativa aprobada durante los años transcurridos, cuando más se está hablando del tema. Y se habla mucho tanto dentro como fuera de la universidad. Una de las cosas que más me gustan de la institución en la que trabajo es la existencia de un canal (una simple lista de distribución) para difundir y debatir abiertamente los temas que a los miembros de la comunidad universitaria le venga en gana. A través de este canal, un compañero tuvo la ocurrencia el otro día de difundir un artículo de Enric Renau, Editor de educaweb.com, titulado ¡Sí a Bolonia!, que recomiendo leer. En él dice:

Es normal, por lo tanto, que la sociedad considere que la Universidad tiene que devolverle su esfuerzo en el presente con una buena formación de las nuevas generaciones, que las haga más cultas, más competitivas y más innovadoras. La sociedad con su voto y sus impuestos, piensa que la Universidad tiene que formar buenos científicos y profesionales homologables a nivel internacional.

Con ello, mi compañero sin pretenderlo, abrió un debate en el que profesores de una y otra postura han expresado abiertamente su opinión. Algunos de los aspectos en los que más se incide son:

¿Sociedad = Mercado = Empresas?

¿Debe la Universidad adecuar sus enseñanzas a las necesidades actuales de las empresas?, ¿cómo se sabe que las necesidades actuales serán las del futuro?

¿Es incompatible un espíritu crítico con el mercado?

¿Se solaparía la Universidad con la Formación Profesional al acercarse a las empresas?

¿Debe un titulado univeristario caracterizarse por tener amplitud de miras, espíritu crítico y unos conocimientos básicos muy sólidos que le permitiran aprender cualquier trabajo que
esté en el entorno de sus conocimientos y es labor del empresario facilitar que sus empleados aprendan las tareas concretas para las que los necesita?

Y Enric Renau continua enriqueciendo el debate con su ¡Si a Bolinia! (y 2). Plantea ahora la supuesta privatización del sistema universitario.

Otra de las críticas que se trasladan a las consecuencias de seguir el Proceso de Bolonia es que conllevará la privatización de la universidad. […]

En España, ni los estudiantes ni los docentes de los estudios que funcionan tendrán que sufrir, para nada, en el proceso de adaptación que ya está en marcha. Al contrario, saldrán beneficiados porque sus estudios y sus competencias profesionales serán homologables. Los centros -públicos o privados- que no hayan hecho los deberes sí que lo pasarán mal, es cierto. Pero no por Bolonia, sino por su incapacidad de dar respuesta a la sociedad que los ha impulsado.

Foto: luipermom en Flickr

¿la universidad al rescate o el rescate de la universidad? 31-Ene-2009

Posted by @davidrjordan in blog.
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Como ya se sabe, la actual crisis se está notando especialmente en España en el aumento vertiginoso del desempleo. Sin embargo, leía hace unos días que el paro se ceba con los menos cualificados: los doctorados rozan el pleno empleo.

entre aquellos universitarios que han realizado el doctorado, el paro es prácticamente irrelevante: sólo un 2,15% no tiene un puesto de trabajo. Hay, por lo tanto, pleno empleo en el ‘sector’

Parece que las teorías económicas sobre inversión en capital humano se confirman, aún más si cabe, en tiempos de crisis. Quizás sea por ello por lo que en esta situación es cuando más se mira hacia las Universidades. Precisamente ayer el Consejo de Ministros aprobó el Plan de Acción 2009 para el apoyo y la modernización de la universidad española en el marco de la Estrategia Universidad 2015.

Según se desprende de la nota de prensa, la inyección de dinero hacia las Universidades va a ser importante. De las medidas anunciadas, me llama especialmente la atención el crecimiento en el presupuesto para las becas generales, que aumenta cuatro puntos porcentuales, pasando del 1,7% previsto a un 5,4%. Si además se tiene en cuenta que parte de estos recursos se destinarán específicamente a ampliar la convocatoria de becas para la realización de másteres universitarios, parece que el esfuerzo por situar a la mayor parte posible de la población en la privilegiada situación del pleno empleo, con la que iniciaba esta entrada, es clara. ¿Será la Universidad la heroína que nos saque de la crisis? De la actual, no lo creo. En el futuro… ¿quién sabe?

Por muy macabro que parezca, no deja de ser irónico que las Universidades, que vienen perdiendo alumnos desde hace ya algunos años, poniendo ello en peligro su financiación, pueden ser unas de las beneficiadas por la crisis.

No seré yo quien lo diga, pero deberían sacarse lecciones marginales de la crisis. Quizás la Universidad debería ser uno de esos árboles que no deberían dejarse de regar nunca. Quizás la enseñanza superior sea como el gran árbol al que todos intentamos agarrarnos cuando corren aguas torrenciales.

Foto de matutino en Flickr.

estrategia universidad 2015: comentario 18-Nov-2008

Posted by @davidrjordan in blog.
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Copio a continuación un comentario que he formulado en el blog de la Estrategia Universidad 2015 puesto en marcha por el Ministerio de Ciencia e Innovación:

En primer lugar me gustaría felicitar por la iniciativa; soy un firme defensor de la apertura a la participación de los grupos de interés en los asuntos públicos, y por ello me ha sorprendido gratamente este foro. Sin embargo, observo que esta iniciativa se está viendo ensombrecida por su escasa difusión; no concibo cómo si yo (que soy funcionario de Universidad y un asiduo seguidor de las diversas fuentes de información que la Red ofrece) he conocido este foro de participación sobre la Estrategia Universidad 2015 hace escasamente un par de semanas, cómo lo van a conocer otros miembros de los distintos grupos de interés que no suelan bucear por estos lares.

Dicho esto, voy a centrar mi comentario al aspecto que más me interesa de la Universidad, que es la «gestión universitaria» (a ello he dedicado recientemente un blog).

Observo entre los objetivos de la Estrategia que únicamente se mencionan aspectos propios de la gestión al hablar de «Aumentar la autonomía y la especialización de las universidades, así como su rendición de cuentas a la sociedad». Sin embargo, esta escasez de pretensiones se ve aún más diluida cuando entre las líneas de actuación sólo se plantean actuaciones relativas a este objetivo en la línea «La Gobernanza de la Universidad y de sus entidades de investigación e innovación», en la que, además, nada se dice de la rendición de cuentas.

En dicha línea de actuación se plantea lo siguiente: «Disminuir del grado de burocratización de la gestión universitaria, actualizando los sistemas de control, seguimiento y gobernanza a los nuevos retos […]», ¿no se estará planteando de esta forma sólo acciones en línea a conseguir una administración electrónica? Si esto fuese así, sería fijar un objetivo que ya la Ley impone (con la entrada en vigor de la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos, ya se impone el cumplimiento de este objetivo antes de 2010).

También se plantea conseguir dicho objetivo «[…] mejorando la participación de los colectivos universitarios para conseguir los objetivos institucionales […]», ¿y qué sucede con los grupos de interés externos a la Universidad?, ¿acaso los empleadores y la sociedad en general no debería tener la posibilidad de participar en el planteamiento y seguimiento de los objetivos institucionales de la Universidad?. «[…] mejorando la profesionalización del Gobierno de la Universidad […]», en la que supongo que se ha olvidado extender esta pretendida profesionalización al personal de administración y servicios que, al fin y al cabo, es quien en verdad ejecuta y gestiona la política instaurada por el Gobierno universitario.

En definitiva, noto una escasa ambición en la mejora de la gestión universitaria en los objetivos y actuaciones planteados, entre los que, en mi opinión, debería darse un mayor peso a valores como la transparencia y la participación real de todos los grupos de interés. Creo que en un planteamiento con vistas al año 2015 debería contemplarse una evolución a un modelo de gestión más abierto; debería contemplarse actuaciones propios de lo que se comienza a acuñar como «open government«.

open government y universidad 11-Nov-2008

Posted by @davidrjordan in blog.
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Durante el último año se ha hablado mucho en la blogesfera pública sobre el concepto de open government (oGov). Como Javier Llinares, soy optimista y creo que la oGov va a impulsar la transformación de la Administración Pública en los próximos años. En su blog describe la idea de la siguiente forma:

Open government (oGov): define la forma de relacionarse entre la Administración Pública y los ciudadanos, que se caracteriza por el establecimiento de canales de comunicación y contacto directo entre ellos.

Una oGov es aquella que entabla una constante conversación con los ciudadanos con el fin de oir lo que ellos dicen y solicitan, que toma decisiones basadas en sus necesidades y preferencias, que facilita la colaboración de los ciudadanos y funcionarios en el desarrollo de los servicios que presta y que comunica todo lo que decide y hace de forma abierta y transparente.

Iñaki, de Administraciones en Red, añade a la conversación con los ciudadanos «también a las demás administraciones, y a otras organizaciones colaboradoras». Para él, los principales rasgos de la oGov son los siguientes:

  • Las administraciones «open» escuchan las conversaciones que ya se están produciendo en la red sobre lo público, contribuyendo en ellas cuando su aportación pueda enriquecer la iniciativa surgida desde la ciudadanía.
  • Las administraciones «open» conversan con la ciudadanía, promoviendo su participación activa y teniendo en cuenta su opinión en la toma de decisiones.
  • Las administraciones «open» conversan entre sí, colaborando en el diseño y en la ejecución de las políticas públicas, en el diseño y en la prestación de los servicios públicos, y compartiendo recursos y servicios comunes.
  • Las administraciones «open» conversan con las organizaciones colaboradoras, con y sin fines de lucro, estableciendo alianzas de colaboración público-privada generadoras de valor social.
  • Las administraciones «open» comparten la información y el conocimiento, con el único límite de la protección y privacidad de los datos, y promueven la cultura colaborativa de la ciudadanía y de las empresas.
  • Las administraciones «open» utilizan y promueven la utilización de las herramientas de la web 2.0 y del software libre, favoreciendo un rol activo de la ciudadanía en la generación de contenidos y contribuyendo al desarrollo de programas de uso gratuito para la comunidad.
  • Las administraciones «open» promueven la generación del contexto adecuado en el que aflore la iniciativa social y se produzcan conversaciones entre la ciudadanía, las empresas, las organizaciones sin fines de lucro y los agentes sociales en general, para obtener respuestas satisfactorias a las necesidades y demandas de la sociedad. Y participan en la conversación cuando su aportación pueda facilitar o mejorar las soluciones a obtener.
  • Las administraciones «open» anteponen el interés general de la ciudadanía a los particulares de los partidos políticos, los cuerpos funcionariales, los sindicatos, los lobbies empresariales y demás grupos de presión.
  • Las administraciones «open» facilitan el crecimiento personal y profesional de todas las personas involucradas en su funcionamiento, entendiendo que la administración son «personas al servicio de las personas» y que la satisfacción individual contribuye a la de la comunidad.
  • Las administraciones «open» experimentan, asumen riesgos e innovan, en un camino sin fin (beta permanente) hacia una sociedad mejor.

Para evolucionar a este nuevo paradigma es necesario, como dice Javier Llinares, un cambio cultural, un cambio en los procesos, así como en la organización y forma de relacionarse las Administraciones Públicas. Cambios éstos ante los que, en mi opinión, las Universidades Públicas se encuentran en una situación privilegiada. Y es que es difícil encontrar una Administración Pública en la que su tamaño posibilite más los cambios necesarios que en las Universidades; en la que el grado de participación y exigencia sea superior al de la comunidad universitaria; en la que la generalización de las TIC esté más extendido que en los campus universitarios.UNIVERSITIC

Al hilo de esto último, el pasado día 6 la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) presentó el informe UNIVERSITIC 2008: las TIC en el sistema universitario español. En él se pone de manifiesto que las TIC se están utilizando de manera generalizada en todas las Universidades y constituyen un elemento fundamental en las tareas de investigación, en el proceso de enseñanza y aprendizaje y como apoyo a la administración y dirección universitaria.

Por otro lado, la convergencia al Espacio Europeo de Educación Superior está provocando grandes cambios en el sistema universitario. Cambios que suponen para la Universidad española nuevos retos cuya resolución exige consensos renovados. Para lograr estos consensos se ha elaborado la Estrategia Universidad 2015, como instrumento abierto que permita a la Universidad española hacer un diagnóstico de su situación actual, definir su posicionamiento en el horizonte del año 2015 y diseñar las líneas de actuación necesarias para alcanzar sus objetivos.

Quizás por ello, el momento actual sea una oportunidad para iniciar un cambio en el modelo de funcionamiento. Quizás sea el momento de iniciar el proceso de evolución del sistema. Evolución que, en mi opinión, sería interesante iniciarla mediante la puesta en marcha de proyectos experimentales para después, en función de los resultados, desarrollar un Plan Estratégico de Universidad 2.0.